Adrián. Claudio. Borja. Tres amigos. Una noche de fiesta. Un móvil. Un vídeo. Un accidente. Estos tres amigos no son malos chicos, son estudiantes ejemplares y buenas personas. Tampoco tienen malas intenciones ni quieren hacer daño a nadie, solamente pretenden divertirse, pero no sopesan las posibles consecuencias que pueden tener sus actos. Un sábado de madrugada, deciden grabar un vídeo sorprendente para subirlo a Internet y que tenga muchas visitas. Tienen una idea: desde un puente de Madrid por debajo del cual pasan los coches, tirarán piedras para asustar a los conductores. De esa manera conseguirán una grabación sorprendente para colgarla en un blog anónimo. Lo que no esperaban era causar un accidente y es lo que ocurre. Con la primera piedra no ocurre nada, el coche se hace con el control del volante y la esquiva. Pero la segunda piedra provoca que el conductor pierda el control del volante y tenga un accidente. Los tres chicos salen corriendo y van a colgar el vídeo.Más tarde, Adrián decide llamar a Nuria, su novia, para hablar un rato con ella. Cuando esta le coge el teléfono, inmediatamente se da cuenta de que algo le ocurre. Los padres de Nuria han tenido un accidente de coche y su madre está muy grave.
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